Archivo del sitio

¿Por qué física y química?

     Podría afirmar que en un 90% de las ocasiones en que alguien me ha preguntado la carrera que estudio y yo he contestado «Física», la respuesta inmediata (además de una cara de asco) ha sido «pero qué aburrido, ¡si eso no sirve para nada!». A todas esas personas me habría gustado decirles unas cuantas cosas.

     Para empezar, no se puede ser un genio del mal sin saber física y química… ya que para dominar el mundo antes hay que entender cómo funciona. Este maligno razonamiento es perfectamente aplicable a un entorno más real: cualquier proceso que ocurre a nuestro alrededor es perfectamente explicable mediante la física o la química. La razón por la que los árboles crecen hacia arriba y las cosas caen hacia abajo, el por qué de que el cielo sea azul durante el día, rojo al atardecer y negro por la noche, el motivo por el que las estrellas se mueven y que no podamos hablar debajo del agua… todo esto y todas las cosas que se te puedan ocurrir pueden explicarse con un razonamiento, más sencillo o más complejo, científico.

     Este conocimiento del mundo que te rodea te lleva a un nuevo nivel de cultura, ya que cuantas más cosas entiendas, más preguntas te irán surgiendo, lo que desemboca en una amplitud de tu cultura general. Esta razón puede parecer poco importante, pero no lo es en absoluto. Solo hay que pensar que cuanto mayor sea tu conocimiento sobre distintos aspectos, mayores son los temas de conversación que puedes abordar. Por tanto, tener unas nociones básicas de física y química puede conducirte a una vida mucho más dinámica, ya que entrarás en un círculo en el podrás tanto enseñar como aprender de otras personas de tu entorno personal.

     Por otra parte, el estudio de las ciencias requiere un cambio de enfoque: el método científico. Al estudiar áreas como la física o la química, entramos en una dinámica de plantearnos y resolver problemas de forma metódica. Primero leemos bien el problema, lo entendemos, pensamos las posibles soluciones que puede tener y después aplicamos la que mejor se ajusta en nuestro caso particular. Esta forma de estructurar nuestra mente, y el desarrollo intelectual que esta conlleva, resulta muy útil a la hora de abordar situaciones cotidianas.

Lee el resto de esta entrada